Escuela veneciana: 4 consejos para disfrutarla en el Museo del Prado

La escuela veneciana tiene una gran influencia en todo lo que ha pasado posteriormente. Desde Rubens hasta Picasso, siempre hay algo veneciano en la forma de observar la sensualidad o en la pincelada. El origen de la Escuela Veneciana como tal se produce con Giorgione (1478-1510). Este pintor vio que Venecia necesitaba algo más. ¿Por qué? Bueno, Venecia está en el centro del Mar Mediterráneo así que, si un buque español tenía que transportar algo a Grecia, tenía obligatoriamente que pasar por Venecia. Y es así como Venecia se hizo una ciudad importantísima en Europa. De hecho, Venecia no tiene pasado romano, como por supuesto Roma o Florencia. Es, primordialmente, una (encantadora, maravillosa, sublime…) ciudad medieval.

Para hablar de la Escuela Veneciana… Tenemos que hablar un poquito de Florencia

Las familias pudientes solían vivir fuera de la ciudad, sin embargo, los Medici cambiaron esta costumbre mudándose al centro de Florencia. Así se empezaron a construir los grandes palacios plebeyos. Hasta este momento, uno podía hacerse rico de dos formas: 1. Por fuerza militar. 2. Por trabajar mucho. Pero los Medici eran banqueros y eso no estaba bien visto por la sociedad de la época. Estaba lejos de ser considerado un trabajo e incluso más lejos de ser nada militar. Por eso necesitaban una imagen que proyectar. Por eso empezaron a encargar obras de arte. Segudamente, empezaron a decorar su palacio y ¿Qué hacemos con nuestras paredes? ¡Está claro que necesitan pinturas al fresco!

El propósito era que uno pudiera invitar a cenar a alguien a su hermoso palacio, sentarte en el comedor, más o menos a cuatro metros de la pintura en cuestión y disfrutar de la obra mientras degustabas un banquete. Las pinturas al fresco se pintan en la pared, así que son perfectamente disfrutables desde cualquier sitio de la habitación.

El “pero” más increíble de la Historia del Arte

Venecia

Venecia, el centro del Mar Mediterráneo. Foto cedida por nuestra amiga Patricia del Castillo.

En Venecia, las familias pudientes se mudaron a lo que hoy en día es el centro. La mayoría eran mercantes (de nuevo, esto estaba lejos de ser considerado “trabajo”), así que también necesitaban pinturas al fresco para decorar sus palacios. Y aquí viene el “pero”: Venecia es demasiado húmeda, así que las pinturas no se adhieren a las paredes, por lo que pintar al fresco es imposible. Así que esta es la situación: quieres una pintura que sea perfectamente visualizable desde toda la habitación, pero no puedes pintar en la pared porque el material se difumina. Al mismo tiempo, pintar un lienzo del tamaño de la pared sería demasiado caro. Aquí interviene Giorgione, el primer “director” de la Escuela Veneciana.

Y ahora, ¡Los cuatro consejos para la colección de Pintura Veneciana!

1. Toma distancia con la obra

Cuando se trata de la Escuela Veneciana, no es bueno acercarse demasiado. Si se ve el lienzo muy de cerca, la imagen se verá indefinida. Giorgione inventó una nueva técnica basada no en el dibujo académico, que haría el contorno y luego colorearía el interior de la figura, sino en el ojo humano. Así que si uno se acerca demasiado, la pintura parece una mancha muy colorista. De tal forma que, cuando estén delante de un cuadro de la Escuela Veneciana, sepárense. Imagine estar en su palacio veneciano. Va al comedor, donde tiene un maravilloso Tiziano. Se sienta en la mesa con su amigo y observa el cuadro mientras se sirve la cena. Usted está a entre tres y seis metros de la pintura (dependiendo del tamaño de la misma), la distancia perfecta.

2. Es sexy y lo saben

Estamos en el Cinquecento y todo el mundo tiene una debilidad. Incluso el Rey Felipe II de España, cuyo sobrenombre era El Casto, tenía la suya. La técnica veneciana está basada en una pincelada muy fluida que se convirtió en la perfecta herramienta para pintar desnudos. En toda Europa los grandes señores se hicieron unos aposentos privados en sus palacios. Nadie entraría sin un permiso de lo más exclusivo. ¿Cómo creen que se decorarían estas habitaciones? Bueno, el Rey Felipe II, apodado El Casto, encargó a Tiziano Las poesías, toda una serie sobre el desnudo femenino.

3. Dale una vuelta a los mitos grecolatinos antes de ir

¿Saben eso de que el ignorante es más feliz? Pues no es verdad. Cuando se trata de analizar Arte necesitamos fondo de armario. Cuanto más grande el fondo de armario, más disfrutamos del Arte. Una gran parte de los museos clásicos trata los mitos grecolatinos, así que infórmate antes de ir y lo disfrutarás mucho más porque entenderás mejor qué está sucediendo en los cuadros, ¡hay todo un mundo por descubrir ahí dentro! Y, por cierto, ese mundo es absolutamente maravilloso.

De hecho, hay un montón de expresiones que vienen directamente de la mitología. Dos ejemplos: cuando algo es afrodisiaco, es sexualmente estimulante. Es decir, que viene de Afrodita, la diosa del amor. Cuando algo es dionisiaco es porque es placentero. Bueno, de hecho Dionisio es el dios griego del vino. ¿No es genial que tuvieran un Dios sólo para el vino? O sea, el vino les era tan importante que pusieron a un Dios a cuidar de ello. Tenemos la obligación de estar de acuerdo, claro.

4. Algunos ejemplos de la Escuela Veneciana en el Prado

En este párrafo les vamos a sugerir algunos títulos que pensamos que les van a gustar. Por supuesto, no tenéis que estar de acuerdo, de hecho, si queréis, ¡podéis dejarnos un comentario aquí o en nuestras redes sociales!

In this parapraph we are providing some titles that we think you are going to enjoy. Of course, you can disagree and if you do, please, leave a comment so can discuss our tastes! That would be great.

Dánae recibiendo la lluvia de oro, de Tiziano

Ésta es una de las poesías de Tiziano. La versión que tenemos en el Prado se hizo entre 1560-65. Fíjate en la composición triangular, en la delicadeza de la pincelada y en el deseo que representa. Para verlo mejor, dale una vuelta al mito de Dánae y Zeus. Y sí, el nombre de esa práctica también viene de aquí.

El lavatorio, de Tintoretto.

Tintoretto es salvaje. Su pincelada es muy agresiva y sus composiciones están hechas para provocar un efecto visual que vaya más allá de lo técnico. Cuando nos enfrentamos a esta obra, debemos hacerlo desde varias posiciones. ¡Resulta que cambia cuando cambias tú!

El joven entre la virtud y el vicio, de Veronés.

El joven que protagoniza la pintura está en problemas: tiene que decidir entre el noble camino de la virtud o el divertidísimo camino del vicio. No parece convencido de a dónde está yendo, ¿verdad? En cualquier caso, esto es un tópico clásico retomado por el cristianismo.

 

Carlos V en la batalla de Mülhberg, de Tiziano.

Tendríamos un debate: ¿cual es mejor, Dánae o este? Pero es que la gran pregunta es: ¿Por qué tenemos que elegir? Esta pintura es una pintura absolutamente política. El propósito es que la obra se fuera de gira mostrando las bondades del Emperador para dirigir a una Europa en guerra. Recuerda: las guerras de religión habían estallado en Europa. Por cierto, la última parte de este artículo es sobre este hombre y su dinastía. No te lo pierdas, ¡aguanta!

La escuela veneciana, inspiración para Greco, Rubens y Velázquez

Ahora que ya conocemos la técnica veneciana podemos ver su influencia en otros artistas. Empezamos con el Greco, quien de hecho se mudó desde Creta hasta Venecia cuando tenía al rededor de 25 años; continuando con Rubens, que alcanzó fama continental trabajando para el Duque de Mantua; finalizando con Velázquez -y consecuentemente, en Picasso-, que fue a Italia y (literalmente) compró una inconmensurable parte de lo que hoy en día es la colección del Prado. Y recuerda: ¡No te acerques demasiado! (Tampoco con ellos)

María de Hungría, clave para que la Escuela Veneciana llegue a Madrid

María de Hungría, a key person for the Venetian School to get to Spain

María de Hungría, una persona clave para que la Escuela Veneciana llegara a España. Leoni.

Pero, ¿cómo es posible que un museo español tenga semejante colección de pintura veneciana? La respuesta es más fácil de lo que esperas: porque Carlos V empezó a coleccionar pinturas de Tiziano y sus herederos le siguieron. Sin embargo, hay una persona clave para esto: María de Hungría, la hermana de Carlos V. Era la gobernadora de los Países Bajos y no fue sino ella la que empezó a coleccionar bajo criterios estéticos (y no funcionales).

Su poderoso hermano solía ver el arte como una mera representación, acaso como una herramienta. Consecuentemente, al principio de su reinado, sus retratos no buscaban la belleza, sino la utilidad. María de Hungría cambió esto encargando algunas pinturas de acuerdo a la imagen política que el Emperador quería enseñar, pero basadas más en el gusto que otra cosa. Y así, cambió las inclinaciones de su hermano y de toda la dinastía de los Austria.

Y así es como la Monarquía Española adquirió tan vasta colección de la Escuela Veneciana. Y es que, al final, el Prado no deja de ser una colección real.

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