Madrid es la segunda ciudad del mundo con más árboles en sus calles. La gran mayoría de ellos se encuentran en el Parque de El Retiro. Sus cerca de 21.000 árboles tienen millones de historias que contar, infinidad de situaciones y momentos sorprendentes donde encontramos una curiosa anécdota, la del árbol – cañón.
Este árbol fue traído desde México, no es uno de los miles que adornan la ciudad. Se trata del árbol más veterano de todos ya que se calcula que fue plantado en 1633. Pero hoy no nos vamos a centrar en su antigüedad sino en su fisonomía. Para ello vamos a retroceder hasta 1812. En plena Guerra de la Independencia, las tropas de Napoleón se instalaron en el parque de El Retiro, haciendo de este verde pasto su centro de operaciones y campamento. Durante su rápido pero devastador paso, los franceses llevaron a cabo una triste medida, la tala masiva de árboles. Con la finalidad de mejorar la visibilidad, talaron todos los troncos necesarios, aunque sobrevivieron unos pocos.
Uno de ellos fue este ahuehuete. Su grueso tronco y la fortaleza de sus ramas evitaron que se lo llevaran por delante. Aunque esta circunstancia hizo que las tropas francesas le buscasen una nueva utilidad, la de soporte de varios cañones. Colocaron entre sus altas ramas varios pesados cañones desde los cuales dispararon a la población y ciudad de Madrid.